El linfoma es el tipo más frecuente de cancer sanguíneo. En concreto, se trata de un cancer que afecta a los linfocitos, que son un tipo de glóbulos blancos. Los linfocitos se desplazan en la sangre y por el sistema linfático para defender el cuerpo de invasores externos, como bacterias y virus. Los linfomas pueden aparecer cuando se produce un cambio, o una mutación, dentro de un linfocito, lo que hace que la célula anormal se replique más rápido o que viva más tiempo que un linfocito normal. Al igual que los linfocitos normales, los linfocitos cancerosos pueden viajar en la sangre y el sistema linfático, y así propagarse y crecer en distintas partes del cuerpo, como los ganglios linfáticos, el bazo, la médula ósea y otros órganos.
Hay tres categorías principales de cancer que afectan a los linfocitos:
Leucemia linfocítica crónica o linfoma linfocítico de células pequeñas (CLL/SLL, por sus siglas en inglés): La CLL y la SLL son la misma enfermedad, con manifestaciones ligeramente diferentes. El lugar en el que se concentran las células cancerosas determina si se denomina CLL o SLL. Las células leucémicas se forman debido a un cambio que se produce en el ADN de la célula. En los Estados Unidos, se diagnostica CLL/SLL en aproximadamente 19,000 personas por año.
Linfoma de Hodgkin (HL, por sus siglas en inglés): Es una forma poco común de linfoma que presenta tipos de células que se llaman Reed-Sternberg. Existen cinco tipos distintos de HL. En los Estados Unidos, se diagnostica HL en alrededor de 9,000 personas por año..
Linfomas no hodgkin (NHL, por sus siglas en inglés): Existen más de 90 tipos de NHL, algunos más frecuentes que otros. Cualquier linfoma en el que no estén presentes las células de Reed-Sternberg se clasifica como linfoma no hodgkin. En los Estados Unidos, se diagnostica NHL en aproximadamente 80,000 personas por año.
Signos y síntomas
Algunos síntomas no son específicos del linfoma y, de hecho, son similares a los de muchas otras enfermedades. A menudo, las personas consultan al médico porque creen que tienen un resfriado, una gripe o alguna otra infección respiratoria que no desaparece.
Estos son algunos de los síntomas más comunes:
- Hinchazón de los ganglios linfáticos, con o sin dolor
- Fiebre
- Pérdida de peso sin causa aparente
- Transpiración (con frecuencia de noche)
- Escalofríos
- Falta de energía
Picazón La mayoría de las personas que presentan estos síntomas inespecíficos no tienen linfoma. Sin embargo, es importante que cualquier persona con síntomas persistentes consulte a un médico para asegurarse de que no se trate de un linfoma.